sábado, 19 de enero de 2013

Gestionando personas más allá de las sedes principales

Nancy tenia ya mas de ocho años en la organización, venia haciendo las cosas bien, pero buscaba nuevas oportunidades para seguir creciendo. Siempre conversaba con sus jefe sobre ello; la respuesta por parte de su jefe directo siempre era "ya he conversado con Ramón (el Gerente de la Unidad) para que tenga en cuenta tu postulación". Luego de varios meses de espera, Nancy recibió la noticia de su Jefe y su Gerente de que había sido elegida para formar parte del equipo de Recursos Humanos de una de las sedes que la empresa tenía en una provincia. Nancy estuvo encantada con la noticia, sería una nueva fase en su carrera, además estaba siendo promocionada; aceptó el reto con un rotundo sí. Al cabo de un año, Nancy había desarrollado ya varios proyectos en pro de los empleados de la provincia a la que fue destacada, sin embargo comenzaba a sentir un vacío sobre las cosas que se esperaban de ella en la organización, sentía un aislamiento organizacional, una ausencia de la Alta Dirección en la localidad, que hizo que ella comenzara a buscar la forma de retornar a la capital; volvió a conversar con su antiguo jefe para ver oportunidades. 
Nancy siempre tuvo contacto directo con la sede central, coordinando todo el despliegue de las políticas de recursos humanos que, harían que exista un alineamiento para que los procesos sean homogéneos a nivel nacional, y así favoreciera a la armonía cultural de la empresa. Nancy siempre fue eficiente con estos encargos, pero de vez en cuando encontraba resistencia de los empleados al desplegar las políticas; comenzaba ya a cuestionarse internamente si el fondo y las formas para alinear el comportamiento de los empleados debía de tener el mismo matiz que el de la sede principal. Otro cuestionamiento que rondaba los pensamientos de Nancy era por qué era tan distinta la gestión de personas en la capital a comparación de la de provincia. Cómo podía remediar esta situación. 
Cada vez que había una reunión de trabajo o inclusive en espacios informales se escuchaba algún comentario sobre la ausencia de oportunidades y de preocupación por las personas. Al cabo de cumplir un año y medio destacada en provincia, Nancy, regresó a la capital para continuar con su crecimiento profesional. 

fuente:http://www.guiadeviajeyturismo.net/
wp-content/uploads/2011/02/Viaje-alrededor-del-mundo.jpg
Una organización siempre buscará la rentabilidad en cualquier negocio que emprenda, pero lo que bajo de mi punto de vista deberá planificar con mayor detalle para lograr sostenibilidad es desarrollar una verdadera relación de largo plazo con sus empleados, que les facilite crecimiento profesional y personal, Cómo? La respuesta es muy ad-hoc y se originará según la realidad de cada organización. Para ello, se tendrá que apostar por hacer un ejercicio de investigación sobre la mejor manera de gestionar al personal en una nueva zona o localidad. Conocer las costumbres, cómo el sistema de trabajo que elegiremos engranará con estas, si un régimen especial de trabajo será mejor que otro, si será suficiente la oferta laboral para cubrir las plazas vacantes, son muchas las miradas que hay que ponerle al negocio. Desde mi punto de vista son muchos los retos que afrontan las empresas en provincias cuando hablamos de gestión de personas, debido a la falta de políticas locales especificas acordes a su contexto y realidad. 
Por ejemplo, si hablamos de desarrollo profesional u oportunidades de carrera en provincias, una limitante puede ser el tipo de estructura organizacional con la que cuentan las empresas en estas zonas, las cuales suelen ser a veces acotadas o muy pequeñas. 

Sin embargo, las empresas deben ser lo suficientemente creativas para suplir estas limitantes y prever la fuga prematura de empleados hacia otras empresas de la localidad. Crear nuevas estructuras o formas de trabajo puede resultar un proyecto interesante y retador, herramientas e ideas nunca faltan; hay que pensarlas, crearlas y hacerlas andar. Reducir la brecha de insatisfacción laboral en las localidades del interior del país, a través de todo tipo de iniciativas que hagan sostenible el negocio y la convivencia de las personas, debe estar en nuestras agendas. Además, es una forma de que las pequeñas, medianas y grandes empresas aporten, a través de la gestión de personas, elementos que generen eficiencia y desarrollo, esto favorecerá la rentabilidad del negocio y me atrevería a decir que también ayudará al crecimiento económico de la localidad. Otro punto interesante es que, cuando se habla de manejar una nueva sede, se apela al concepto de descentralización, el cual no siempre se desarrolla de manera absoluta, ya que en principio puede existir verticalidad en las decisiones de la casa matriz, o por otro tipo de situaciones políticas. Pienso que bajo una gestión moderna de personas, estos conceptos se ven complementados por una gestión de servicio, visto como una virtud de la empresa. 
Me refiero a que, en todo proyecto de gobierno de personas, debe primar el sentido de atender necesidades clave de los empleados que, ayuden a desplegar su trabajo eficientemente, con fluidez y armonía. Quizá lo anterior suena cursi o a cliché, pero es un anhelo que tiene que ver con la vocación por hacer de las empresas un mejor lugar para desplegarse, al final el trabajo es parte de la vida y debemos colaborar como profesionales de gestión de personas para que esta sea confortable y compatible para una buena convivencia. Felizmente, muchas empresas apuestan por ello.
Muchas gracias a quien sugirió un tema tan interesante para esta nueva entrada. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario