¿Cuantos de nosotros tenemos el reto de desarrollar profesionales? ¿Sabemos cuáles son las competencias de nuestros colaboradores? ¿Saben ellos que conocemos sus fortalezas y oportunidades de mejora? ¿Las conocemos realmente? ¿Tenemos en nuestra agenda un tiempo para alinear sus expectativas y planes de desarrollo personal?, ¿saben que esperamos de ellos y sabemos que esperan ellos de nosotros? Deberíamos hacernos estas preguntas si aspiramos a lograr un crecimiento en quienes conforman nuestros equipos. Los siguientes aportes nos pueden dar una idea de cómo emprender este difícil, pero necesario viaje.
1. Definir objetivos generales e individuales, aprovechando sus fortalezas y trabajando en sus oportunidades de mejora. Asegurar que los objetivos sean alcanzados.
2. Saber cómo se ven en el corto y mediano plazo.
3. Decirles que esperas de ellos en corto y mediano plazo.
4. Darles acciones alternativas para que decidan como lograr sus objetivos.
5. Asignarles proyectos innovadores que les den exposición a todo nivel.
6. Fomentar su interacción con otras áreas de la empresa para lograr objetivos.
7. Hacer seguimiento y trasladarles el sentido de urgencia, marcarle la pauta para priorizar tareas.
8. Si comprobamos que se equivocaron en una situación importante, de impacto, preguntarles siempre constructivamente: que pasó?,¿Cuál fue el motivo? ¿Fue el proceso? ¿Le falto información? ¿Fueron ellos? ¿Fue por nosotros? Aclararlo y generar compromisos en ambas partes de ser el caso.
9. Comunicación y más comunicación.
Si nos comprometemos a gestionar estos puntos, estaremos apostando por dar soporte al desarrollo de nuestros colaboradores y a disminuir la brecha de conocimientos y madurez para que puedan ocupar otras posiciones lo más pronto posible.
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